Acaparado

Sí, lo se, culpa mía... Yo que tengo free time indefinido, dos semanas de vacaciones por delante (ya menos), ordenador a mi disposición y, aunque parezca mentira, alguna que otra idea en mente sobre la cual escribir... Por pura pereza, por desgana, dejadez, negligencia (ilimitados nombres para definir mi estado de paz interior), no estoy escribiendo. Es más, debo precisar qu eno estoy haciendo nada productivo con mi vida... Y, hoy, de nuevo, a día treinta de diciembre, cumpleaños de mi hermano (por estas mismas fechas me ingresaron el año pasado...), voy a dejar que otros hagan por mí lo que yo misma debería hacer... ¡Qué fácil será robar las ideas a mi querido abuelo! Pero, para que engañarse, esas mismas ideas, las comparto, sólo me he ahorrado el ponerlas por escrito, porque reflexión, profunda reflexión por mi parte, sí que hay tras ellas. Aquí os dejo una pequeña maravilla, a mi parecer, de mi abuelo:

Oh, ¡Será posible! Soy incapaz de pasar el dichoso texto, necesito ayuda del experto informático: Carlos. Por favor, cuando leas esto, esperemos que puedas ponerte en contacto conmigo para arreglar dicho problema.

Os dejo con la... ¿intriga?

La libertad. Ni la del sol cuando amanece ni la que proclama la bandera republicana. No hace mucho oí que era algo que todo el mundo sabe, pero nadie es capaz de explicar. Yo sí se hacerlo: La libertad es eso que voy a perder el miércoles que viene en cuanto me den las notas. Melodramas aparte, este blog va a quedar huérfano de padre por una buena temporada.

Sí, llevo una semana sin escribir (por motivos que no voy a explicar en estos momentos) y mis nuevas son que me van a apartar de Acaparado por las buenas. Posible es que no pueda escribir en semanas, incluso meses desde mi ordenador. Intentaré usar algún otro de los tres que dan vueltas por casa cuando mis padres no estén, pero obviamente voy a tener que decir adiós a las entradas semanales; rutina en la que parecía nos habíamos instaurado últimamente.

Un hasta luego espero que sea suficiente. Aunque tenía mis cálculos ya hechos (como no) me los han desbaratado de una manera abusiva. Las recuperaciones me las van a pasar todas a después de la entrega de notas, y eso me deja sin rango de acción ni de respuesta para arreglar el desastre actual. Cinco lobitos tiene la loba, dice una canción. Pues yo le cambiaría  cada uno de sus lobos por sus respectivos suspensos; prefiero que me coman esos bichos antes de que lo hagan mis padres.

Mi cabeza es ahora un hervidero de preocupaciones. Apenas cinco días antes del gran apagón que me dejara sin nada que funcione con electricidad, soy yo el que echa chispas. Supongo que el que siembra recoge. Y éste es mi castigo por hacerlo cuando no era la temporada y sin arar.

A pesar de todo no quiero que ésto caiga. Paty se encargará amablemente de escribir todas las semanas, porque yo se que quiere hacerlo y lo va a hacer. Prometo devolver una entrada por cada una de las suyas, aunque no aseguro fechas.

El trimestre que viene intentaré comprar algún cuaderno para apuntar lo que damos en clase. Quizá si trabajo algo en casa no suceda lo que acaba de pasar. Ante todo, I'll miss you.

Carlos tenía exámenes, Carlos estaba cansado, Carlos se borró su cuenta de tuenti, Carlos ha tratado mil y una veces empezar de nuevo, cambiar de vida... ¿Es que no te das cuenta, Carlos, que eres lo que eres y eso es algo maravilloso? ¿Hace falta que lo deletree? ¿Hace falta que explique porque a tus dieciséis años de vida eres todo un ejemplo a seguir?

Vale, si, no te conozco tanto, tanto como me gustaría. Es cuestión de tiempo. Creo, creo fervorosamente (atento a palabra), que no es el hospital lo que nos ha unido, sino este blog, prinicpalmente nuestra afición por la escritura y las preguntas acerca de esta vida.¿Y qué se yo de tí, salvo lo que me has revelado? Se algo, se que eres un chico ¿misterioso? del que sólo se puede deducir una cosa, que eres bueno e inteligente. Muy listo. Demasiada astucia... Y, además, soy una privilegiada, me has ofrecido algo de tu intimidad, me has revelado algunas de tus verdades (ruego que esta entrada no de lugar a malentendidos y nadie tergiverse mis palabras; esto no es una declaración de amor, sino de amistad). Me has enseñado el regalo, precioso, regalo de tu hermana (viene de familia lo de ser detallista, por lo que veo), fotos en pijama, escritos, angustias, likes and dislikes... Sí, eres un perfeccionista nato. Sí, tienes tus cosas. ¿Quieres llamarlos defectos? Llamalos como quieras. Pero, has de saber que, por encima de todas esas insignificanzas (creo que existe tal palabro), están todas tus virtudes, innumerables virtudes... Cualidades sorprendentes.

Espero que algún día, no muy lejano, las valores tú mismo.

Felices dieciséis, feliz día, feliz vida.

P.D: nada de avergonzarse de mi entrada sentimental, ni llamarme cursi, ni licencias de denuncia... ¡Ah! ¡y esta entrada si que es secreta!

Mi próxima entrada, aunque menos elaborada será menos bochornosa.