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  1. que buena cobertura hay en la playa por la noche

    jueves, 1 de septiembre de 2011

    Que mundo en el que vivimos, que mundo en este que vivo yo... Tenerlo todo, y a la vez nada... Canciones, libros, poesias, sonrisas, lagrimas, momentos... Que lo expresan.

    Crecer y aprender, ''nunca dejar de morir''... Todo gira ahora entorno a eso... En efecto, parece que nada he aprendido, nada he crecido... Esque soy esa adolescente de la que tanto se habla, con la que se ejemplifica, y al mismo tiempo no. Ser diferente, ser libre. Son tan tipicas, tan insignificantes, las cuestiones filosoficas, por asi llamarlas, por las que tanto me preocupo ahora... Por las que me desilusiono.

    Desilusionarse, desilusionarse por nada, por la nada. Y saber que lo tienes todo, todo y mas. Mas de lo que merezco. Y darte cuenta de ello. Y saber que debes hacer y que no. Y no hacerlo... Y, y!

    Tener que releer lo que acabas de escribir y no estar de acuerdo. De repente estarlo. De repente querer mostrar al mundo entero lo que sientes, pero guardartelo, y, por desgracia, encontrar otra salida para expresarlo...

    Estar en la playa y creer en el cigarro que te estas fumando mas que en cualquier otra cosa en este mundo. Y sentirte orgullosa de verlo de ese modo. Que asco! (Imposible encontrar mejor)

    Te llaman tus padres, preocupados. Sonries maliciosamente. ''Aqui estoy, estoy bien''. Y de verdad lo estoy. Que bien se esta! Eso es lo que cuenta en la vida? Probablemente. Que asco!

    Pensar mucho... O no pensar nada? Conclusiones, ninguna. Casi mejor. Puedo no ser feliz? Soy feliz? Por que? No lo se. Admiro a quien rotundamente lo afirma, pero me cuesta confiar en ello. Prefiero no arriesgarme, prefiero quedarme sola con tanta pregunta, y tanta respuesta, enigmatica. Es que debo decidirme?

    Pragmatismo, actuo por pragmatismo. Veo arte, arte donde otros no lo ven, dicen no verlo... O puede que yo lo imagine? Que sea otra frivolidad mia? Digo ser mas que toda esa superficialidad que me rodea... Pero me deleito en ella. Y no me importa. Me creo ingeniosa, inteligente, madura. Mas de lo mismo. Lo soy, no lo soy.

    Que soy? Que sere? Con quien? Con quien no? Que?

    Que?

  2. Susurros de jueves

    jueves, 12 de mayo de 2011

    Vuelvo sin saber por cuanto. Click.

    ¿Por dónde empiezo? Han sido días raros. No sé siquiera si hacerlo o no; consciente de que este blog se filtra mis palabras deberían ser más mesuradas. Como Bartleby: "preferiría no hacerlo", aunque tampoco me apetezca callarme por Cantarero ni compañía, todo sea dicho. Mi otra página ha quedado restringida y probablemente desaparezca llevándose lo poco que hay en ella. Creo que el pago ha sido suficiente por ahora, pero nada me convence ya. Tergiversaciones, quizá, pero no me gusta un pelo.

    No se de qué hablar, tengo un vacío en la mente provocado por exceso de introversión. La rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain no murió. Busco un suicidio prominente en el olvido. No eminente. Probablemente me retire hasta los restos a un servicio de blog marginal para hablar de mis cosas con el peluche de Winnie The Pooh que acabo de decapitar —verídico—justo después de subir de la calle en la que un gato muerto era devorado por centenares de hormigas. Me encanta esa parte de la realidad que a la gente no le gusta fotografiar. Soledad.

    Todo gira en vorágines absurdas. Me gusta la posición de centro ignorado, al esquive de puyas y golpes intencionadamente lesivos. Lo que discuto es que ese sitio privilegiado no me permita entender que coño sucede, que me sucede. Comprendo cómo, no comprendo por qué. ¿Winston? En realidad es un concepto Orwelliano. (Pero previo a la tuberculosis, cuando estás jodido tu visión cambia, al parecer). Dudo si estoy viviendo el cambio o lo original. Simulacro. Cállate, filósofo de mierda.

    Juro solemnemente echar mano cuando sea necesario al "I would prefer not to".

    La entrada rezuma falso cultismo. Intelectualidad aparente. Resulta irónico, y no me doy a comprender. ¿A quién le importa? Nunca un texto inconexo tuvo más sentido que ésto. Creo que me iré lejos, a escribir un libro desde mi odio contenido. Game over; insert coin. ¿Click?

  3. ¿Quién soy?

    sábado, 23 de abril de 2011

    Autorretrato... ¿Existe tal opción en el mundo de las palabras? ¿Describirse a uno mismo? Vaya, resulta que se puede plasmar tu identidad en un cuadro. O eso dicen. Creo, aunque los conocidos,y amantes, de la pintura podrán corregirme, que un lienzo no es capaz de definir totalmente como es la persona a la que se inmortaliza. No, no en su totalidad. refleja un instante de esa persona. Normalmente solo en su físico. Sin embargo, unos pocos, los grandes maestros, aquellos que, además de una sensibilidad y una imaginación desbordantes, tienen el don de la pincelada, han sido capaces de expresar el sentimiento del retratado, un ápice de tristeza, una chispa de alegría.Pero, pese a que existen tales manifestaciones de realidad en la pintura, pese a que el autor pueda autoretratarse en acuerdo con las emociones del momento, es imposible, tanto por causas materiales y anatómicas como por motivos psicológicos y más trascendentales, explicar como es una persona en su totalidad, y mucho menos expesar quien eres tu.
    Pero, lo más grave del caso es que, aunque se pudiese esbozar tan siquiera la naturaleza de una persona, por medio de cualquier arte o derivados, tampoco seríamos capaces. No sabemos quienes somos realmente. No nos conocemos. En esta ardua tarea ponemos el empeño de toda una vida, y sostengo firmemente, que nunca llegamos a descifrarnos por completo... Pero, por otro lado, es extraño que persigamos lo inalcanzable (lo inalcanzable, bonita idea a partir de la cual desarrollar una buena entrada, ¿no?). ¿Es posible que alguna mente privilegiada, algun espiritu ''semi'' libre, sea capaz de atisbar algo de lo que es? Sí, algunos verán sus esfuerzos compensados, sabran algo de si mismos, algo que les abrirá el camino a la felicidad.
    Yo, a dia de hoy, busco. Busco y no encuentro. ¿O si? Pistas. ¡Sigo una pista! Curiosamente, tengo certeza de que soy ''yo''. Antes carecía de propia identidad o , más bien, estaba escondida. Salió a la luz, no sin esfuerzo. La recuperé. Me hice con ella, y conmigo se va a quedar ya, no volverá a escapar. Pero, lo que todavía no se, es que consiste el mecanismo de mi persona. Es cuestión de (mucho) tiempo.
    En mis 17 febreros, pues no tengo más, he vivido y me enorgullezco ( a veces con soberbia) cosas importantes. Pues como todos, ¿no? Ya, lo se, pero siento... riqueza en mis años de existencia. He sobrevivido a intensas experiencias, y deseo haberlo hecho honestamente, para que cuando se me planten nuevas dificultades o simplezas, pueda hacerlas frente de nuevo. He aprendido. Y como tú dices, Carlos, de golpe. Supongo que todo adolescente caen un dia en la cuenta de lo ''mucho que ha crecido'', lo ''mucho que ha dejado atrás''. La famosa perdida de la inocencia. Estoy en la edad.
    Pero, también, hay algo de diferente y misterioso en todo esto. ¿No me cuestiono demasiado? En realidad, no. Pero cuando me centro, mi cabeza no parece haber perdido la práctica, funciona rápido... Debería, ''centrarme'' más a menudo, ¿verdad? Volviendo a la cuestión inicial. Se que soy, pero no se quién soy. Soy mujer, soy persona, se lo mucho que eso implica. Creo en la persona. Pero que es eso que contiene mi alma? Cada uno es dueño de algo que nadie más posee. Yo lo soy de algo que no se lo que es, pero que me define, inimagiable para el otro. Y me gusta.
    Yo era, era pequeña, una niña, un camino por delante. Tenia sueños e ilusiones verdaderas. Pero de niña pequeña. Cuando empece a crecer, me engañé. Me han dicho que no quería crecer y, a pesar de que en cierto modo hayan apuntado en la dirección correcta, en algun sentido están muy equivocados. Me engañé, por supuesto, ante el dolor del mundo, pero sobretodo me engañé al creer que jugando a la ''independencia'', la libertad y el ''yo mando aquí'', sería yo misma. Quería aceptación, terminé por no aceptar mi condición de ''niña'' creciendo. Y finalemnte, no acepté quien era, y me convertí en otra.
    Y todo esto sin darme cuenta.
    Pero tuve la suerte de enfermar. Es duro, pero estoy hablando de suerte y enfermedad. Pues sí, si no hubiese enfermado jamás se habría notado el estado de cautividad en el que se encontraba mi alma, mi ser, mi esencia. Lo había dado de lado y, por suerte, repito, cuando uno se aliena, no tiene un pilar sobre el que apoyarse y cae. Yo cai en ''esto''. Me curaron, me curé. Bueno, vale, de nuevo las prisas, aún me están curando y me estoy curando. Y, claro, me estoy haciendo. Por el momento, y ya para terminar, he vuelto a hacerme hueco a mi misma, y sobre esto, esto que ha aprendido tanto en tan poco tiempo y que esta abierto a conocer mucho más, me estoy construyendo.
    Me he despertado, comienza el día, comienza la vida.

  4. Si breve, dos veces corto

    jueves, 14 de abril de 2011

    Debía una entrada que ha caído (de nuevo) en el retraso por motivos mudanciles y otros altercados; pido perdón por el paréntesis. Desengáñese el lector que crea que el tiempo para pensar es proporcional a la calidad de las líneas para no quedar desprotegido ante la realidad. Comenzamos.

    Siguiendo la vía literata que ha pillado el blog y hasta que llegue la musical; que soy más entendido. Hablaré de un pequeño libro que me ha entusiasmado últimamente. Ha caído dos veces en sendas semanas, y si es pequeño es porque tengo una edición de bolsillo. En la revancha llené varias hojas de notas, y muy pocos libros han conseguido hacerme caer en semejante pérdida de tiempo. Si tardé tanto es porque le ha tocado convivir con un par de tochos más a la vez que aún resisten. Never stop. En vacaciones prometo matarles a todos y destriparlos en bandeja de plata.

    Como iba a decir, la novela en cuestión trata de un mundo dominado por el poder. Como ahora pero más exagerado, hasta el punto que los que están dentro no se dan cuenta de nada, obedeciendo ciegamente las órdenes que llegan de arriba. Como ahora. Es un lugar de opresión, desamparo, soledad, y otras maravillas de las que metió Zeus en la caja de Pandora años atrás. Como decía un conocido, consigue que se te acelere la silla mientras te revuelves en el corazón. Me he comido los sinónimos del como.

    1948, de George Orwell, se suma a mis libros de cabecera. Imprescindible releerlo sabiendo la historia completa, el pesimista escritor deja varias perlas interesimprescindibles. Y si la segunda lectura adquiere tintes de obligatoriedad el primer acercamiento conforma una necesidad moral. Un punto de vista que te hace comprender de otro modo la sociedad. Nada vuelve a ser lo mismo. En cierto modo, se pierde la confianza en una inexistente humanidad, pero no quiero aventurar el argumento. Eso se lo dejo a los afortunados -y sabios- que lo decidan.

    Preguntas que se hace un humilde servidor al acabar: ¿Merece la pena una rebelión contra el de arriba? ¿Merecéis que me fie de vosotros? ¿Que os fiéis de mí? ¿Tenemos futuro?... La respuesta es voluntaria, elegid la que queráis sin salir del maniqueísmo. Pero daos cuenta que el "sí" o el "no" serán fijos para las cuatro. La misma respuesta será la de todas las preguntas. La vida es una mierda, lo se. Pero es pronto para suicidarse.

    Si alguien lo quiere lo dejo con compromiso de devolución. Hoy estoy demasiado trastornado como para escribir algo coherente. Ya que estamos adelanto los que caerán en poco: El Capital (Marx), La Riqueza de las Naciones (Adam Smith), NoLogo y La Doctrina del Shock, estos dos últimos de Naomi Klein. Abandonado a la filosofía. Pido ayuda para salir.

  5. El sentido de la originalidad

    domingo, 3 de abril de 2011

    Lo prometido, ¡es deuda! ¿Y cuántas veces habré dicho yo eso? No importa (eso también lo repito a menudo), ahora estoy aquí. Han pasado semanas... semanas de examenes, semanas de no examenes, semanas atareadas y semanas vacias... En cualquier caso, buenas semanas. Sigo en esa especie de trance, bloqueada, adormilada... ¡Pero tan feliz! No esque no tenga preocupaciones, las tengo. Lo que ya no tengo es angustia. No hago tantos planes a largo plazo ni me lamento de todo lo que no me da tiempo a hacer. Se podría decir que por fin nado como pez en el agua, he encontrado la armonía y el equilibrio... I can breath.
    Pero, para que no parezca que mi conciencia está realmente atrofiada (qué importante es guardar las apariencias, ¿eh?), hablaré. Simularé como si el tema atratar me causase algún que otro estrago... Aunque lo cierto sea que lo dejé abandonado hace ya mucho tiempo. En efecto,como siempre, fue un libro mi fuente de inspiración: ¡bendito Poe! Un libro que acabé hace ya un par de meses... que disfruté, que me emocionó, me dio algo en que pensar (menos supeficial de lo que suele ocupar mi mente, me desperto de la embriaguez... durante el rato ( y ni siquiera) en que lo tuve entre mis manos.
    Total, una de las historias cortas del misterioso Poe consiguío absorverme durante un periodo de tiempo mas o menos largo. No recuerdo el titulo (''¿El demonio de lo perverso'' tal vez?), y soy demasiado vaga como para levantarme ahora e ir a buscar el libro.
    Tras un breve parón (¿breve?), continúo.
    Así, quería hablaros de la tendencia al mal, la inexplicable tendencia al mal de los seres humanos. ¿Nunca habéis tenido esa extraña pero tan natural a la vez necesidad de hacer lo contrario a lo que es correcto? Lo opuesto a lo lógico... El mal hecho a sabiendas, aun conociendo las consecuencias... De todo esto podría, como Poe, hablar durante horas, días... (aunque jamás llegaría a la concisión con el que el mismo lo trata en su relato). Aún más podríamos ahondar en la cuestión si os citara alguna que otra de sus frases... Como el hombre es capaz de tirarse por un precipicio sólo por llevar la contraria a la razón. ¿Me quivoco, se equivoca Poe, cuando sostenemos que todos hemos tenido esa sensación? Todas estas reflexiones me llevaron a otra, más ''trascendene''... que también a tantos nos viene a la mente tarde o temprano...
    Esta es precisamene la cuestión: ¿sentimos, pensamos, todos lo mismo? ¿Somos sólo un animal más, que sigue un prototipo, con unos sentimientos muy bien calculados, reacciones ante una realidad igual de bien programada?
    Yo pensaba ser original en mis pensamientos... Creía que tenía el privilegio de chocar con la ''fascinante realidad'' con mas profundidad que otros, tener cierta sensibilidad para mi alrededor... Sí, pensaba que era única, o casi, a la hora de pensar en la naturaleza de la perversidad inexplicable... Que solo algunos podíamos cuestionarnos de manera tan profunda sobre ciertos aspectos de esta.
    Estaba rematadamente equivocada. ¿O no? No es la primera vez que me ocurre, no e sla primera vez que descubro que ''alguien más siente lo mismo''. En algun que otro momento me ha causado cierta satisfacción, como cuando descubrí que había otras personas con mi misma ''enfermedad'', mismos sintomas, mismas dificultades... Pero incluso entonces me daba rabia. Y la verdad es que cualquier otro tema fuera del anterior me causa tal frustración...
    Ahora, para finalizar, la pregunta a la que todos seréis capaces de contestar: ¿alguien más siente lo mismo?

  6. Re-acciona

    viernes, 11 de marzo de 2011

    Hay días en los que resulta fácil abandonarse a la melancolía y agrandar los problemas. Abandonar la obligación para hundirse en la tragedia que parece deseada. Rescatar de la librería del salón ese libro de Jorge Bucay que nos dejó una amiga, y, lentamente, meter un separador en la primera página. Buscar la fórmula divina de la felicidad instantánea, recetas con las que cambiar nuestra pequeña burbuja. Los más achacosos abrirán las tapas, no sin cierto respeto hacia unas letras como cualquier otras. Son estos últimos los que, acurrucados con cara griposa, tirando de manta y sillón, abrirán despacio la portada, mirarán el índice y quizá los agradecimientos previos; no tienen prisa. No tienen prisa por despertar del hiriente sueño de la autocompasión, dionisíaco estado de pasividad. No existe la necesidad real de permutar la valentía del día a día y el cobijo de nuestras paredes.

    Y mientras los desdichados se ahogan in hac lacrimárum válle, la jornada sigue al otro lado de las ventanas. Difícil como tantas otras. Desde problemas tangentes a los que plantea el ciclo vital. Desempleo, pobreza, salud. Muerte. Pero los héroes anónimos, los de verdad, se anteponen; luchan contra los obstáculos de la felicidad. Su empleo es destruir un muro social invisible, labrar con esfuerzo y constancia caminos para su familia, para ellos mismos. Tienen que defenderse, crear una coraza. No se dejan acorralar tras la puerta de su casa. Salen con la mirada desafíante y decidida. Día tras día, año tras año, para alcanzar un pequeño o gran sueño. Para encontrar su razón de ser, y, al fin, ser los dueños de sí mismos. Para no volver a permitirse acobardar por las circunstancias.

    Vivir con la queja es común en los que menos razones para ello tienen. Quejarse de la vida o sobreponerse. Hace unos meses, elegí. Y hay días como hoy que parezco desdecirme. Life really sucks

  7. What I think about...

    jueves, 17 de febrero de 2011

    Sí, lo crean o no, no ha pasado mucho más de una semana desde mi última publicación,y sobretodo, desde la de Carlos, por la que, antes de nada, estoy conmovida.
    Ahora bien, siguiendo en la misma línea de calma interior y, como consecuencia, por desgracia, de atrofiamiento de la conciencia... no se que tema abordar. Y seguiría igual de abrumada sino es porque ayer tuve una intensa conversación (discusión para otros) con mi madre. De hecho, retomé únicamente el hilo de una conversación que ya hemos tenido en repetidas ocasiones y con la que disfruto. Mucho. He de decir que los tópicos que tocamos y mi respuesta ante ellos la causan dolor, sorpresa, decepción, confusión, y a mí eso me provoca a mi vez una extraña satisfacción. Me gustaría que estudiaran esa tendencia mía a provocar tales estados de ánimo en los demás y a ''disfrutar'', en cierto modo, de ellos. Que la vieran psicológicamente (tal vez la traiga al ''grupo'', ¡Dios me salve!).
    Bueno, cual era el motivo de discusión, que es a lo que queremos llegar: el sentido religioso, la sexualidad, y la homosexualidad, entre otros. Un cúmulo de cosas que a mi madre sacan de quicio, que yo adoro debatir, que son tan distintas de como antes me figuraba...
    Y las respuestas de mi madre: prejuicios, sin dejarme jamas terminar una frase... y todo por mi bien. Ella tiene más experiencia de la vida, ella es una mujer inteligente, sin duda alguna, pero el miedo puede con ella. El miedo a perderme, el miedo a perder MI inocencia. Reduce a uan sola causa todas mis opiniones: la ''vulgaridad'', la gente con la que me codeo, esta sociedad, mis diecisiete años...
    No, no voy a exponer mis puntos de vista (en gran medida porque esty estudiando filosofía). Por supuesto, prometo hacerlo otro día. Hoy me limito a comentaros esa manía mía, cuánto me sorprendo al conocer mi propia visión de la vida... Cuanto he cambiado, cuanto no se (y cuanto nunca sabre), cuanto voy a cambiar aún... Y todo con el mayor de los optimismos.
    Pero, aquí me quedo,en un enorme vacío en realidad, no he escrito nada... Pero me he desahogado, creerme.

  8. Enfermo por Paty

    martes, 8 de febrero de 2011

    No se malinterprete el título por favor. Procedo a explicarme ante tal selecto auditorio. Parece ser que tengo algo de empatía, antes me dicen que alguien está malo (sea o no cierto) antes me pongo yo también. Pero hoy no voy a dedicarme más palabras, que es un día especial. La señora que anda por aquí de vez en cuando cumple años, y llevo pensando unos días algo original con que felicitarla. Mi mejor ocurrencia es un desastre se mire por dónde se mire, así que recurriré a lo básico. Empezaré a apretar las teclas y a cruzar los dedos, esperando que me venga la iluminación a medio camino.

    Nos conocimos hace ya casi un año. Probablemente no te acuerdes, el mismo día que entré en hospital de día tu te ibas. Para ser sinceros no aprendí como te llamabas hasta un mes después, en territorio Cantarero. Pero ahí se quedó la cosa, porque no hablamos nada hasta meses después. La de vueltas que dan las cosas...

    Algunas semanas después se creó este blog, mucho más que simples letras para un servidor. Desde entonces se ha mostrado parte de nuestra intimidad, identidad. Curiosa mezcla: Me has "presentado" a tu abuelo, recordado a Quevedo, recomendado libros, hablado de amor y felicitado como nunca antes un cumpleaños; nos hemos reído de la realidad. De nosotros.

    Hasta hoy, que aquí seguimos, de cara al "enemigo". Con palabras y con fuerza de voluntad, dejando todo atrás. Ignorando a la gente que prefiero llamar ignorante a estúpida; con el objetivo claro en la cabeza. Empezando a ver las cosas desde fuera, y queriendo impedir que otros lo hagan desde dentro. Fríamente, creo que nos hemos llevado más papeles azules del mostrador del hospital que todo el resto de personas juntas. ¡Sí!; esos del ministerio con porcentajes equivocados. Y seguro que si lo analizas en plan Félix (que raro me suena al escribirlo) tiene que tener algún significado.

    A pesar de todo ello me sigue resultando extraño querer a alguien que me llama asqueroso todos los viernes. La confianza da asco.

    ...Esperando compartir contigo mas ochos de febrero. Gracias por todo.
    PD: Me ingresaron hoy hace un año, el mismo día de tu cumpleaños... Sospechoso...

  9. Solo se que no se nada

    lunes, 7 de febrero de 2011

    Con razón digo siempre que por mucho que prometa escribir con frecuencia no lo haré... Por lo menos esta vez no ha pasado tanto tiempo desde la última entrada, ¿me equivoco? Puede que sí. Pero bueno, dejemos mi vagancia crónica y... ¡escribamos!

    Bien, pues... hoy no tengo ningún tema en especial para vosotros (ni para mí misma). Había pensado en tocar ''el amor'' pero creo que aún no he tenido suficientes experiencias amorosas en mi vida como para relatarlas. Bueno, en realidad sí, al menos he experimentado con algunos tipos de amor, experiencias intensas, pero no he sentido, vivido eso que otros ya si han probado, y que muchos jamás harán... Sólo se que existen muchos tipos de amor, infinitos tipos de amor (del tema ya hablé con una amiga por medio de otra entrada, que no se encuentra en este blog), y que estoy deseando pasar todas las pruebas... Y que hace una especial, finísima sensibilidad para tener este tipo de experiencias. Por tanto, hoy por hoy, descartemos el tema... Únicamente subrayar cuánto admiro cómo tú plasmaste lo que sentías, Carlos.
    El motivo de que hoy me haya sentado a escribir de nuevo no es sólo uno, sino varios... Principalmente, es porque no me apetecía ir a clase, y he inventado unas migrañas muy eficaces para poder dormir un poco más, y ahora, en parte por aburrimiento y en parte por tener ¡porfín! algo de tiempo libre en mi ajetreada vida (ajetreada porque yo quiero que así sea). Por otro lado, tengo la suerte de teer un amigo al que ayer confie mi antiguo blog y me dijo que escribiera y escribiera, que no parara jamás, y para mí no hay elogio mayor que un ''¡qué bien escribes!''... Hoy, quizás, con el permiso de Carlos, también le enseñe este... Sólo he de decir que Santi, pues así se llama, es un chico muy especial que sabrá valorar y no interferir, en lo aquí escrito... Aunque sí contaré con su opinión. Me animó a escribir hoy sobre... nada, pues es lo que mejor se me da y hoy estoy haciendo. Y, el último motivo de mi presencia hoy por estos lugares es... ¡ terminé con Narciso y Goldmundo! Y, hasta hoy, no había informado al blog... Pero, he descubierto que no debía contar el apoteósico final del libro... Me limitaré a decir a que me ha ayudado a ser más... ¿yo? Lean, lean... Yo se lo facilitaré a Santi y a Carlos, por supuesto, si ellos lo desean.
    ¿Qué más escribir? Mi vida últimamente no es pensar, ya lo señalé anteriormente, sino disfrutar, vivir, experimentar.. Me tendré que sentar en algún momento, parar a reflexionar sobre ello, sobre esto mismo que estoy viviendo(absorbo las lecciones de Javi, de quien hablaré en un futuro no muy lejano, espero).
    Entonces, ¿me queda algo más por escribir? No, ya me he abandonado demasiado al ''nonsense'' por hoy... ¡Hasta otra!

  10. A golpes

    viernes, 28 de enero de 2011

    Preferiría que el retorno hubiera sido menos apocalíptico, algo que resumiera de un modo mejor lo que ha sido este período. Pero la orden del día es otra.

    Cuando me había, presuntamente, olvidado de todo, resurge con más fuerza que nunca. Remueve el pasado mostrando eso que llaman emociones. No me gusta, no quiero hablar. Pero merece que lo intente, flojamente, describir. Escribir. Disculpas por la aparente falta de sentido en la entrada; unos pocos comprenderán. Tampoco necesito más; no ahora.

    Resulta que no me había vaciado de sentimientos, solo estaban tapados detrás de alguna otra obsesión. Me gustaría haberme dado cuenta de otra manera, o mejor, en otro momento. Pero el inexistente destino ha hecho que fuera hoy. Era mucho tiempo sin noticias, y las nuevas han sido como una jodida bomba.

    Ahora no dejo de pensar en ello, no puedo. Tampoco puedo contarlo en profundidad, he hecho lo que he podido para saber más, pero mis esfuerzos han sido inútiles. Ninguno de los que salían y entraban en la sala ha querido decirme nada, hermetismo. La verdad me lo esperaba, pero no por ello me he sentido menos frustrado. He estado a punto de ir por el jardín contiguo a las habitaciones. Pero el miedo a que me dijeran lo que no quería oír me ha hecho replantearme la visita.

    Ahora estoy confundido. Mucho. Quiero dejarla y a la vez acompañarla en todo lo que necesite, me avergüenza pensar en lo que ocurrió en la despedida. No tengo una vara de medida que me diga el grado de cercanía ideal, y eso lo hace más complicado. Intentando llegar sin pasar del apoyo de la ¿amistad?

    Me duele la cabeza como no lo ha hecho en meses. ¿El poder del... silencio? Aquí seguiré… Pensando.

  11. ¡no! Me he cansado de no escribir

    martes, 25 de enero de 2011

    ¡no! Me he cansado de no escribir. Este blog no merece qu se le abandone, no después de los esfuerzos hechos por Carlos para sacarlo adelante... Sí, probablemente diga ésto en un momento de fortaleza (o debilidad por escribir)y vuelva a pasar una larga y decepcionante temporada sin que se sepa de mi... Así que, ¡debo aprovechar el susodicho momento!
    desde el comienzo del blog hemos hablado de muchas cosas, más o menos profundas, más o menos ciertas, más o menos íntimas... Hemos tratado todo tipo de temas. Creo haberos hablado de mí misma. Os compadezco en tal caso... Pero, os preguntaréis aún así, ¿y qué ha sido de Patricia en estos últimos tiempos? Pues, bien, al contrario que Carlos, cuyos motivos para no escribir estaban más que justificados... Yo, como ya he mencionado en alguna que otra ocasión, he sometido mi vida a la nada. ¿Para qué engañarse? No es que no haya hecho nada... de nada, no, pero no he hecho nada productivo, por así decirlo. Fiesta, risas, películas, dormir, comer (y bien, ¡por fín!), dormir más, salir, comprar... Bueno, visto desde cierto punto, si que es productivo, en mi caso, para mi vida...
    Pero he dejado de lado algo que soy realmente, y es una persona inquieta... ¡He perdido la inquietud! La dicha de sentirse inquieto, la dicha de la curiosidad, del no saber, y querer saberlo todo... De que algo se te remueva por dentro contantemente... He hecho un largo parón en mi vida, y me ha venido bien, pero necesito completarme. Gracias a Dios, he leído. No mucho, he de reconocerlo, pero... lectura gratificante,se podría decir. ''Narciso y Goldmundo'' de Herman Hesse. Tal vez, lo conozcáis, tal vez haya ya hablado de ello (creo que hace por lo menos un mes que está en mi mesilla de noche y sigo sin haberlo acabado)... En cualquier caso, me gustaría hacer una sonipsis, un resumen, del libro. Pero es muy complicado. Extrañamente complicado no poder dar un argumento aproximado de un libro. No sabría cómo explicarlo... No es lo mejor que haya leido nunca, ni mucho menos, ni siquiera a nivel existencial (llamémoslo así), pero... es sencillamente fastidioso no poder mostrar lo que he aprendido de él. Intentémoslo de todos modos:

    Narciso: la rectitud, la virtud,el canon de belleza. Goldmundo: la confusión, la felicidad del placer, la belleza única, diferente. Sí, este último es un niño perdido, un niño que sufre, de infinita sensibilidad. Narciso, su maestra, su guía, y su mejor y único verdadero amigo. Un monje. Un hombre. Un hombre que impulsa a su discípulo a experimentar, a vivir, a descubrir su propio camino, a conocerse a sí mismo. Y cómo descubrir el sentido de esta vida, la gran pregunta, la última pregunta, siempre presente.

    De ésto trata el libro. Ni más, ni menos. Sufrimiento, pasión, la felicidad, los diferentes tipos de felicidad. Soy un poco Narciso, soy un poco Goldmundo... ¿Quién soy? Tal vez sepa algo más, muy poco más, cuando termine el libro... y entonces puede que también sea el momento de seguir escribiendo.
    Aviso, ¡me quedan muy pocas páginas!

  12. La expoliación de lo público

    jueves, 20 de enero de 2011

    Como no escribo (así es, lamentablemente) y falto a toda promesa que hubiera podido hacer a Carlos y nuestros humildes seguidores (¡qué paciencia!)... No me queda otra más que actualizar con otro artículo de mi abuelo (al cual estoy robando sus sensacionales ideas), puesto que el anterior nunca llegue a publicar debido a un fallo técnico de fácil resolución pero demasiado complicado para mi.
    Aquí lo tenéis:

    HAY QUE PREGUNTAR SOBRE LA IMPRESIONANTE EXPOLIACIÓN DE LO PÚBLICO

    La gente de toda filiación se pregunta irritada, cuando no estupefacta, cómo ha podido llegarse a esta situación en la hasta hace poco activa y aparentemente próspera España y las preguntas de la gran pregunta son un rosario interminable ¿Por qué hay tantos directores generales, consejeros-ministros menores, tantos asesores opulentos, tantos coches oficiales, tantas subvenciones, tantos liberados sindicales, tantos empleados de las organizaciones patronales con sustanciosos devengos, tantos políticos locales, regionales y estatales, tantas televisiones públicas deficitarias todas; por qué razón se han alzado diecisiete estadículos pretenciosos y ruinosos plagados de presidentes, vicepresidentes, consejeros, magistrados, auditores y gerentes de empresas públicas, en general, ineficientes cuando no irrelevantes, ¿Cuál es la razón de la existencia de tantas cajas de ahorros? ¿Cómo se ha llegado a más de tres millones de funcionarios incondicionalmente vitalicios más otros empleados públicos laborales que resultan igualmente sempiternos…? ¿Cómo es que hay de todo, en a la postre un país más bien pequeño?

    Hay de todo eso y, porque tenemos todo eso, también tenemos cinco millones de parados, un desempleo juvenil tercermundista, índices de fracaso escolar escandalosos, al tiempo que emigran nuestros mejores talentos; profesores sin estímulo ni carrera; una juventud Ni – Ni, despilfarrada, huérfana de orientación, médicos explotados en el sistema nacional de salud; abogados descreídos en los tribunales acomodaticios y en los jueces estrella, generadores de confusión e ineficacia, inmigrantes desolados quizá en su última desolación, una productividad bochornosa; jubilados maltratados, una Banca que vuelve a ser o no ha dejado de ser la “madrastra” que Adolfo Suárez retrató en su postrer intento político con el C.D.S.; unos empresarios en los que cunde el victimismo, unos sindicalistas que parecen, en el fondo, esquiroles de los derechos de los trabajadores, una prensa en general clamorosamente indecente en la persecución de sus intereses y finalmente (por no terminar reclamando el rosario de la madre), unos ciudadanos cautelosos con el presente y francamente amedrentados cara al porvenir, después de maldespertar del sueño de un país que por un par de décadas parecía iba a tener éxito.

    Los políticos se escudan alegando que al fin y al cabo no son otra cosa que el precipitado social existente, ni peor ni mejor que la media. Para eso no los necesitamos y además nos mienten. Los políticos no padecen el mismo grado de vulnerabilidad de los ciudadanos del común y, además, raras veces pierden uno u otro empleo público si son obsecuentes con el mando.

    Si son representantes deben serlo de los intereses de los ciudadanos que incluyen los ideales de los mejores al servicio de todos y deben ser pocos, esforzados y ejemplares. Siendo ahora tantísimos, tan pegados e inmoralmente mimetizados en la bajísima media-medianía respecto de sus capacidades y tan autosuficientes en la procura propia y en el ejercicio escénico de su función, así le va al país. Un país funciona si sus dirigentes funcionan.Puro pragmatismo.

    Por cierto, la consigna universal repite ¡No hay dinero, no hay dinero! Y esta respuesta a toda lacerante necesidad solivianta a Stéphane Hessel, un distinguido y esforzado nonagenario de ejemplar vida, que propone a los franceses que se indignen. Por cierto con extraordinario éxito. Se pregunta ¿Cómo que no hay dinero? ¿Qué ha sido del dinero en estos años de vertiginoso crecimiento y desarrollo? Y ahora aplicándolo a España ¿Cómo puede ser que a los jubilados se les congele la pensión y a los que tienen relación con los políticos, lo público o el gran capitalismo se les otorguen prejubilaciones de lujo?

    ¿Cómo hemos podido llegar a establecer como dogma de salvación que los trabajadores tengan que jubilarse a los 67 años y ello seguido de un proceso menguante de la cuantía de las pensiones? ¿Tiene alguna explicación seria que en esta vertiginosa espiral de millones –de miles de millones ¡de euros!- no se disponga de créditos incluso menores para los emprendedores?

    ¿Dónde está el dinero? ¿Quién lo explicará? Miles de codiciosos insaciables dirigidos y amparados por eximios irresponsables de mentirosa retórica han empobrecido a millones de personas de presente y probablemente para los próximos años.

    Mucho nos tememos muchos que la Partitocracia está devorando golosamente a la Democracia invocando su santo nombre entre bocado y bocado.

    Es una tentación pensar si estamos bajo el imperio de un stablistment compartido por la partitocracia y el gran capitalismo.

    Fernando Lanzaco Bonilla
    Madrid, 12 de enero de 2011